¿Por qué NO debes comprar un radiador eléctrico de «bajo consumo» en 2021?

Cuando se llega el invierno todos buscamos el mayor confort en nuestro hogar para hacer más llevaderos esos meses de frío sin que se note de manera excesiva en nuestro bolsillo. Y por esto es que, cuando finaliza el verano, se disparan las búsquedas en Google del tipo: «mejor radiador eléctrico», «radiador eléctrico más barato», «radiador eléctrico de bajo consumo» e, incluso, «radiador eléctrico de calor azul». Más tarde veremos en qué consiste esto último.

Y atendiendo a este tipo de búsquedas, aparecen en los resultados múltiples gurús de la energía y la calefacción que te muestran las múltiples ventajas de este tipo de aparatos y te dejan caer (algunos, no todos) que la única desventaja es que gastan un poquito más de electricidad que otros sistemas de calefacción, con el único propósito de que cliques en sus enlaces para venderte el radiador más caro.

Además de estas webs de falsos expertos, lo más preocupante es que grandes superficies también ofrecen radiadores eléctricos de bajo consumo pero pronto te puedes dar cuenta de que otras tiendas especializadas en climatización no te los venden de esta manera. Sospechoso… ¿no?

Entonces, ¿por qué no debes comprar un radiador eléctrico de «bajo consumo» en 2021? Muy sencillo: porque no existen. Todos los aparatos portátiles de calefacción que funcionan enchufados a la corriente eléctrica van a ser menos eficientes que otros tipos de sistemas. Prueba de ello es que ninguno de estos productos lleva una etiqueta de eficiencia energética (como sí la llevan los aparatos de aire acondicionado inverter o portátiles, por ejemplo), si no que como mucho pueden llevar las palabras mágicas bajo consumo en el nombre del producto.

Como te mostraré en este post, varias son las desventajas de este tipo de aparatos y sí, tienen algunas ventajas pero únicamente son recomendables para situaciones muy específicas que nada tienen que ver con el común de los mortales ni con la eficiencia energética.

Radiador eléctrico: funcionamiento

Este tipo de aparatos tienen incorporada una resistencia que se calienta al recibir corriente eléctrica. A su vez, esta resistencia calienta un fluido (o unos paneles) que mantiene el calor durante más tiempo que si solamente llevara dicha resistencia.

Gracias a esto entra en juego lo que se llama inercia térmica y es que, una vez el fluido es capaz de calentar la habitación, mantiene el poder calorífico durante un tiempo incluso si apagamos o desenchufamos el radiador. Pero es necesario recalcar que esta inercia térmica también se da con otro tipo de radiadores como los que funcionan con agua caliente típicos de los sistemas de calefacción con caldera de gas o de gasoil.

Por otro lado, que la resistencia caliente el fluido lo suficiente para obtener la temperatura deseada lleva tiempo. Un tiempo durante el cual el radiador está trabajando al 100% de su capacidad de potencia por lo que, en este sentido, no existen los radiadores eléctricos de bajo consumo. A más inercia térmica más durará el calor una vez desenchufado el aparato, pero también más tardará el fluido en obtener esa temperatura deseada.

Todas las resistencias trabajan igual según su potencia y la mayor o menor inercia térmica dependerá del fluido que lleve incorporado el aparato. Para saber más sobre la potencia y el consumo de los radiadores eléctricos, sigue leyendo 🙂

¿Cuánto consume un radiador eléctrico?

El consumo de un radiador eléctrico depende esencialmente de dos factores: potencia necesaria por m2 y precio del kwh. Para hacer un cálculo simple, lo veremos con un ejemplo que siempre, por lo menos para mí, resulta más fácil de entender y de hacerse una idea.

Tendremos en cuenta que queremos calentar una habitación de 30 m2, 8 horas al día, 30 días al mes.

Según diversas fuentes de expertos que se encuentran fácilmente por internet la potencia media necesaria para calentar un habitáculo en España es de unos 80-85W por m2 y el precio por kwh de 0,12€. Por lo tanto, el cálculo quedaría:

(82,5W / 1000) x 30m2 x 8 horas x 30 días = 594 kwh/mes

594 x 0.12 = 71,28 €

Esto supone un gasto en la factura de la luz de unos 70 euros al mes a mayores, y solamente con un aparato para una habitación. Si lo comparamos con que el consumo de energía de un aire acondicionado de tipo split inverter para refrigerar una habitación de dimensiones similares en verano supone unos 20-25€ al mes en la factura de la luz, nos damos cuenta de la burrada que gastan estos radiadores eléctricos.

Cómo te venden el radiador eléctrico de bajo consumo

Sin eficiencia energética no hay bajo consumo

Te dicen que te van a recomendar los mejores calefactores o radiadores de bajo consumo y, a la vez, que el consumo variará en función de:

  • Escoger emisores del tipo y calidad adecuados según el uso que vamos a hacer de la calefacción.
  • Escoger cada uno de los emisores térmicos en la potencia adecuada según los metros cuadrados de cada una de las estancias. 
  • Hacer un uso inteligente y eficiente de tu calefacción. 

Es decir, que todos van a consumir lo mismo para obtener los mismos resultados. ¿Buen descargo de responsabilidad no? ¿No hay calefactores o radiadores eléctricos con etiqueta de eficiencia energética A o A+ y superiores? ¿No hay un solo calefactor o radiador que se enchufe a la luz y sea capaz de proporcionar un mayor confort que otro sistema de calefacción gastando lo mismo o menos de electricidad? Las respuestas a estas preguntas son: Ya ves, no y no.

explicación de que los radiadores electricos que consumen menos serán los adecuados a las necesidades de nuestra vivienda y superficie del espacio a calefactar

Te dicen que: Es la opción en calefacción limpia, respetuosa con el medio ambiente, que genera un calor óptimo y sin duda la alternativa con más proyección de futuro, propiciado también por su gran integración con las nuevas tecnologías y la tendencia global hacia la eliminación de las fuentes de energía fósil. Pero de eso nada, ya que si gastas más energía que con otros sistemas más eficientes estás respetando menos el medio ambiente.

Sus únicas ventajas son que son más baratos (en cuanto a inversión inicial), que no necesitan instalación y que son portátiles. Todo ello es cierto, pero a la larga consumen más que otros sistemas, se estropearán antes y tendrás que cambiarlos pero esto no te lo dicen.

¿Qué es el calor azul?

Los radiadores eléctricos de «calor azul» son lo mismo que los radiadores eléctricos convencionales pero con la diferencia de que el fluido que mantiene el calor se llama Sol Azul y que, en teoría, es capaz de mantener el calor durante más tiempo. Pero tiene el problema de que también tarda más tiempo (que el aceite, por ejemplo) en obtener esa temperatura deseada; así que lo comido por lo servido.

Sí que tienen las ventajas (o tenían en su día) de estar fabricados con una carcasa de aluminio que sí que es más eficiente a la hora de distribuir el calor que otros metales más pesados y de contar con termostato, lo cual también incrementa la eficiencia.

Pero la realidad es que cualquier radiador eléctrico lleva un termostato o cuenta con la posibilidad de incorporárselo y son más baratos que este invento del calor azul.

La seguridad

La mayoría de la gente se olvida de una cosa importante y es que los calefactores y los radiadores eléctricos son realmente perjudiciales para la salud. La gente suele olvidar que tiene un efecto perjudicial para el organismo. Averigüemos cuál es el impacto de un calefactor eléctrico en la salud.

Disminuye la humedad natural de la habitación

El mayor defecto del calefactor eléctrico (esto no es tan grave con los radiadores) es que absorbe la humedad presente en el aire. Como resultado, el aire se vuelve seco, lo que tiene un impacto negativo en la piel y en las vías respiratorias. Se produce un problema de piel seca y áspera, sequedad nasal, etc. Esto es realmente malo para los niños, ya que tienen una piel extremadamente sensible. La piel seca provoca picores e irritaciones.

Accidentes

Nunca se debe mantener el calefactor o el radiador eléctrico en casa cerca de los niños. Los niños pequeños son más propensos a sufrir quemaduras y lesiones causadas por el calefactor. Los radiadores generalmente se calientan hasta un punto extremo y pueden causar tremendas lesiones.

Además, estos aparatos pueden ocasionar incendios si entran en contacto con otros materiales, sobre todo mantas, ropa, sillones o sofás, o por cortocircuitos. Por ejemplo, los calefactores-radiadores eléctricos son responsables de 25.000 incendios residenciales al año en Estados Unidos, según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU., que cifra la tasa de mortalidad anual en 300 al año.

Dado que estos aparatos están diseñados para emitir calor, deben colocarse siempre en lugares libres de materiales inflamables y fuera del alcance de los niños pequeños, los animales domésticos o las personas con movilidad reducida.

Aumenta perjudicialmente la temperatura del cuerpo

La temperatura de su cuerpo se acostumbra lentamente a la temperatura ambiente en presencia de la calefacción. Así si solamente refrigeras o calientas una estancia en la que pasas unas cuantas horas, cuando sales de la habitación sufres un tremendo cambio de temperatura que es muy perjudicial para tu cuerpo. 

¿Es el radiador eléctrico una buena opción para ti?

Pues es posible. Se me ocurren varias situaciones personales para las que un radiador eléctrico puede ser la mejor opción, pero en ningún caso lo va a ser como sistema de calefacción habitual de un hogar o un negocio en una localización geográfica donde se necesite hacer uso de él durante varias horas al día, varios días de la semana, varios meses al año.

Si eres estudiante, viajas mucho y nunca estás en casa o, simplemente, vas a encender el radiador cuatro ratos para calentar una habitación que habitualmente no lo necesita (o si en tu ciudad siempre es verano excepto 14 días al año) entonces un aparato de calefacción portátil, barato y de poca potencia puede serte muy útil. En tu caso, quizás te podrían interesar otros posts, en los que se detallen las ventajas, desventajas y diferencias entre los siguientes productos:

  • Radiador eléctrico (de aceite u otro fluido)
  • Calefactor eléctrico
  • Estufa eléctrica
  • Brasero

Si no entras dentro de este reducido grupo de personas, te recomiendo otros sistemas como la bomba de calor, el aire acondicionado inverter, una caldera de gas con un circuito de radiadores, una caldera eléctrica con un circuito de radiadores o una estufa de pellets.

En definitiva, si quieres un sistema de calefacción para tu hogar o tu negocio el radiador eléctrico probablemente sea el peor. Hay otros muchos más eficientes que te harán ahorrar en tu factura de la luz a largo plazo aunque requieran de una inversión inicial mayor. Y es que… lo barato normalmente acaba saliendo caro.

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